El acorralamiento existencial y el pensamiento axial

Alejandro Moreno Lax, filósofo residente de la Universidad Viviente del Terreno y autor del libro “Filosofía viva. Una iniciación a la vida filosófica”, nos comparte su visión sobre la vida, sobre la naturaleza interna y externa de la existencia, sobre cómo una experiencia “axial” puede ser el punto de partida para vivir una más consciente y plena.

¿Cómo podemos aprender a pensar y acceder a nosotros mismos? En este post te lo contamos.

Ana María Oliva, fundadora de la Universidad Viviente del Terreno, dice que “este proyecto, o esta realidad ya, surge desde el anhelo de realmente recuperar todo aquello que nos hace humanos y todo aquello que de alguna manera vemos que [en] nuestra sociedad se ha perdido un poco”. 

“Ese es mi sueño: que esta Universidad del Terreno vuelva a ser ese lugar donde conocer la naturaleza esencial de las cosas, de lo de fuera y de lo de dentro.”

Y el mejor punto de partida siempre es el de dentro, porque si no aprendemos a pensar definitivamente va a ser muy difícil que podamos aprender nada más después de eso. Pensar es una de las capacidades básicas humanas, una capacidad que tenemos todos y que, además, la entrenamos mucho en la escuela. Pero, resulta curioso que, tras años de escolarización, todos solemos pensar igual, como si tuviésemos una especie de pensamiento único. 

Alejandro Moreno nos cuenta: “a veces, incluso desde la buena intención pensamos así, pero tenemos que ir más allá de él [pensamiento único], explorar otras ventanas donde asomarnos, donde mirar y, aunque en ocasiones nos dé miedo, tenemos que atrevernos a recorrer esos portales que realmente nos llevan a otra visión, a otra manera de pensar y también de vivir, que es de lo que se trata”, a lo que Ana María Oliva añade: “exacto, porque lo que queremos es vivir una vida con mayor plenitud y con mayor dignidad”.

Lamentablemente, mucha gente está viviendo en este momento en un vacío existencial, en una angustia permanente y, en palabras de Alejandro, en un sentimiento de “acorralamiento existencial”. 

“La idea del ‘acorralamiento’ es el sentir que cada vez tienes menos margen de maniobra y la vida se vive con mucha angustia cuando no sabes que, en realidad, te está haciendo un favor.”

Y añade: “Ya no puedes dar muchos volantazos para la izquierda o para la derecha, no te puedes esconder de repente pues hay demasiados reflejos afuera de que las cosas no van bien adentro y eso muy angustioso, porque no sabes qué hacer, no tienes herramientas para transformar eso y no sabes salir de ahí. […] Es que la vida te está acorralando, como diciendo: ‘oye, por aquí no, ni por allá tampoco, ni por acullá; tampoco es por ninguno sitio’. Es un quédate donde estás y entra donde nunca has entrado. Claro, si no sabes entrar y si no sabes que adentro hay algo, lo que sientes es un abatimiento muy grande y una angustia muy grande”.  

¿Y qué podemos hacer para pensar y vivir de otra manera?

La mayoría de las personas intentan atravesar este sentimiento leyendo libros, haciendo la terapia que haga falta, practicando meditación, haciendo ayunos, etc., tratando, de alguna manera, que ese vacío no esté allí. Y, otras veces, la vida te “regala” algo que marca un antes y un después. 

En su libro “Filosofía viva. Una iniciación a la vida filosófica”, Alejandro (2021) cuenta haber tenido una experiencia que califica de “axial”, y utiliza la siguiente metáfora para definirlo: “hay una expresión de un filósofo que se llama Karl Jaspers, quien dice que entre los siglos VI, V y IV a.C. se configuran las principales líneas de pensamiento religioso, que siguen vivas hoy; está Buda, está Sócrates, están los profetas que son los precursores de Jesús. Él dice que eso es un periodo axial de la historia, en el sentido de que es un eje en el que se sostienen las civilizaciones actuales”. En Astrología, se utiliza el adjetivo de axial para referirse a esos momentos en los que realmente hay un cambio paradigmático abrupto, en el que hay una rotura de algo. En suma, podríamos decir que axial es aquello que marca un antes y un después. 

Un día, mientras caminaba sintió una experiencia de “apertura”. De repente empezó a percibir que todo estaba más vivo, que él se sentía más vivo y que en su contacto con la realidad era más directa que un minuto atrás. No podía explicarlo en ese momento. Tras estar investigando entendió que, por primera vez, su “ruido mental” había cesado. Fue como “ser atravesado de improviso por un relámpago de silencio”, una experiencia de “silencio interno”. Y el origen de un camino más profundo, más auténtico y alineado con su Ser.

Ese es el regalo de tener una experiencia como ésta, que no se puede describir, que sólo puedes ponerle metáforas o imágenes para intentar describir esa sensación interior. Muchas veces, esa experiencia, que “se te regala”, te cambia la vida, pero viene también como fruto de un trabajo personal: estás haciendo todo lo que humanamente eres capaz de hacer (meditar, leer, ir a terapia…) en lugar de instalarte en la queja y la crítica, y en echar balones fuera. 

“Cuando tú haces tu parte, tarde o temprano, hay un momento en el que hay algo que da su fruto.”

Es una experiencia “satori”, como lo llaman en Japón, en la que de repente estás en el presente y todo lo sientes muy vivo. En el mundo psicoterapéutico lo llaman momento “honeymoon”, es la luna de miel que se vive cuando descubres eso: de repente todo es maravilloso, todo está bien, no hay que juzgar nada, no hay que juzgar a nadie. Parece que es el final, pero la luna de miel se acaba. Tienes que continuar y sólo tienes dos opciones: o sigues como hasta ahora o te adentras en lo que estás viviendo. 

Alejandro señala: “lo importante, yo creo, es adquirir un compromiso. Cuando tienes ese clic y sabes bien que eso es transformador, que es una experiencia axial, de un antes y un después, el paso es el compromiso: esto por encima de todo”. El tema es fortalecer poco a poco el centro en nosotros mismos, que al principio no tiene mucha fuerza, como un imán que no tiene mucha capacidad de generar campo magnético, pero que, a base de esa práctica de recordar, de volver a ese centro, ese imán interno se va robusteciendo, se va haciendo más grande y emite un campo mayor también. 

“Lo importante es habitar cada vez más nuestro centro, vivir la vida en primera persona.”

Dentro de cada uno de nosotros está ese anhelo profundo, como un faro, diciéndonos que estamos llamados a ser mucho más de lo que estamos haciendo, que podemos vivir una vida con muchísima mayor plenitud, que podemos vivir una vida verdadera. “Ahí brota el origen del poder auténtico, vivir conforme a nuestro Ser, ni más ni menos” (Moreno, 2021). 

Si deseas profundizar en este interesante tema y escuchar la entrevista completa a Alejandro Moreno, no te pierdas el episodio #2 de nuestro podcast TODO [con]CIENCIA.

Ana María Oliva es ingeniera industrial, máster en ingeniería biomédica y doctora en biomedicina.
Es científica, docente, conferenciante, divulgadora, curiosa y, además, es fundadora y formadora de Living Univertity of Terrain.